La Vanguardia, Marc Bassets, Washington, corresponsal, 24/06/2010, extracto.-
Creo que lo que todo el mundo se pregunta es: ¿Cuánto durará? Y, ¿cuándo diremos ´basta´?"
Septiembre de 2007 en el Capitolio. El general David Petraeus, entonces comandante estadounidense en Iraq, comparecía ante el Senado para explicar la nueva estrategia, un aumento de tropas que representaba el último intento de la Administración Bush para evitar el caos en una guerra mortífera e impopular.
Quien formulaba la pregunta era el senador demócrata Barack Obama, contrario al aumento de tropas. Tres años después Obama es el presidente y, gracias en parte a aquella estrategia, EE. UU. está a punto de retirar sus tropas de combate de Iraq.
La pregunta del senador se aplica ahora a otra guerra: Afganistán, donde EE. UU. y sus aliados llevan casi nueve años atrapados. Y Petraeus, de 57 años, que salvó in extremis lo que EE. UU. podía salvar en la guerra de Iraq, regresa a la primera línea.
El miércoles, Obama le designó para suceder como comandante estadounidense y aliado en Afganistán al general Stanley Mc-Chrystal, caído en desgracia tras publicarse unas declaraciones en las que él y sus asesores se mofaban del presidente y el equipo de seguridad nacional.
"Por segunda vez en tres años, el general David Petraeus acude al rescate de un presidente", ha escrito Thomas Ricks, autor de La apuesta,e l libro de referencia sobre Petraeus en Iraq. Este militar con nombre de caudillo romano y un estilo más parecido al de los directivos de Silicon Valley que al de los viejos cuarteles, es el general estadounidense más influyente de esta época.
Petraeus es el gran teórico de la guerra contemporánea. A mediados de la década, y en plena deriva estadounidense en Iraq, impulsó un debate en las fuerzas armadas que desembocó en la publicación del Manual de Contrainsurgencia. La doctrina de la contrainsurgencia rompe con la doctrina Powell, que primaba elegir cuidadosamente las guerras, y desplegar el máximo de fuerza con el mínimo de bajas estadounidenses. La contrainsurgencia aboga por garantizar la seguridad de la población civil.
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