El golpe de Estado en Honduras ha concentrado la atención política del continente, de norte a sur. ¿Último y extemporáneo golpe de la guerra fría? ¿Desatado por extemporáneas elites tradicionales? No sólo no lograron desarrollar el país – a pesar de que contaron con el apoyo del Banco Mundial y de Estados Unidos – tampoco soportaron las amistades socialistas del presidente. Con un golpe que concentra repudio universal.
Los golpistas Roberto Micheletti y Romeo Vásquez efectivamente rompieron la cara y lograda porcelana de una variada situación continental de democracias representativas en la cual los intentos de resolución de conflictos, incluso en el desafiante caso del presidente Chávez en Venezuela, se dan en el marco democrático a pesar de transgresiones frecuentes a los derechos civiles. Con la sola excepción de Cuba que arriesga perder otra década de desarrollo y libertades por evitar la transición a la democracia.
La deriva totalitaria de Micheletti del fin de semanas, que suprimió derechos civiles y políticos en el país ( concentrándolos arbitrariamente sólo en él mismo) y que clausuró una radio y un canal de oposición, precipitó la determinación internacional de resolver la crisis ahora apremiada por el peligro a los DDHH.
Actores regionales e internacionales se han puesto en movimiento para resolver. Estados Unidos no logra formular una nueva política hemisférica consistente que de forma a las líneas guías progresistas de Obama y más bien reacciona de caso en caso - enredado tal vez por una burocracia política y militar conservadora ocupada de las políticas hemisféricas. Por otro lado, América Latina ha cambiado considerablemente durante esta década y no será fácil para Estados Unidos improvisar políticas hemisféricas.
Jorge Heine analiza las opciones hondureñas en un contexto marcado por Barack Obama en el norte y Lula da Silva en el sur. En: Brasil y la crisis de Honduras. El País, 30/09/20090
Jorge Castro analiza el cambio en la política exterior de Brasil reflejado en el caso hondureño. En: El protagonismo de Brasil en Honduras modifica su tradición. Clarín, Buenos Aires, 27/09/2009
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