En comparación con la escala de la cobertura antiviral de los países desarrollados, aquellas de los países de América Latina son de reducido alcance - a pesar de recientes incrementos. Así por ejemplo Brasil tenía (en abril) un 5% de cobertura antiviral (porcentaje respecto del total de su población) - y Chile, no obstante la compra de medio millón de unidades adicionales alcanza ahora una cobertura antiviral de 5% de su población.
Señales de que algunos países de América Latina han optado por una opción económica prudente pero minimalista. ¿Asumen que la expansión del virus será generosa con América del Sur? La apuesta contiene un cierto riesgo - la eventualidad de que la influenza A H1N1 impacte realmente a la región en el invierno puede encontrar la dificultad de que la demanda por antivirales puede superar su oferta. Por otro lado, el impacto de deterioro económico que provoca una crisis sanitaria de este tipo es enorme - como lo muestra el caso de México - frente al cual el gasto preventivo en antivirales y equipamientos representa sólo una fracción.
Para las autoridades sanitarias y para la población del hemisferio norte la llegada del verano es afortunada. El virus soporta mal el sol. Se prevé que el virus migre en estos meses hacia el hemisferio sur - para luego recurrir, es decir, regresarse al norte.
En el invierno del sur, que empieza pronto, el virus podría migrar por la región para luego regresar al norte en los meses de otoño invierno lo que abriría riesgos de recaída.
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